El Citroën Xantia Activa de 1994 sigue siendo el rey de la estabilidad en ruta
El Xantia Activa creó escuela en estabilidad y a día de hoy sigue siendo una referencia.
Un hito para dejarte sin palabras
Citroën Xantia superó a deportivos de la talla del Ferrari Testarossa, Mercedes, Audi… y todavía hoy no ha aparecido ninguno capaz de arrebatarle el escandaloso récord que logró en 1999. La solución creada por Citroën para el Xantia Activa permitía a la berlina neutralizar casi al completo el balanceo, conseguía girar plano, sin movimiento alguno de la carrocería.
Pasa el tiempo y cada vez hay mayores mejoras en el mundo del automóvil, pero todavía nadie es capaz de superar la suspensión del Citroën Xantia Activa.
Pero ... ¿sabías que el Citroën Xantia logró durante la ‘prueba del alce’ nada menos que una velocidad de hasta 85 km/h?
La "PRUEBA DEL ALCE"
Es de uno de los test más importantes a la hora de evaluar el comportamiento de un vehículo, maniobrando para esquivar a un alce a una velocidad propia de una vía secundaria convencional. Lo más normal es que un coche nuevo actual sea capaz de pasarla satisfactoriamente sin que el conductor pierda el control a unos 75 km/h.
En 1999 el humilde Citroën Xantia logró alcanzar una velocidad durante la ‘prueba del alce’ de nada menos que 85 km/h que es una cifra más que respetable. Sobre todo teniendo en cuenta que aún en 2018 ningún otro vehículo ha logrado superarla… ni igualarla.
Actualmente los más cercanos han sido los modelos de McLaren y Audi antes mencionados que sólo han conseguido alcanzar los 83km/h.
¿Por qué ALCE?
La prueba del alce no implica a ningún animal real. Consiste en dos volantazos: uno para evitar un obstáculo y el siguiente para volver a la trazada original.
El nombre de la prueba tiene su origen en Suecia en los años 70. En este país durante buena parte del año, sus carreteras están heladas y los alces suelen cruzar sus carreteras, lo que obliga a sus conductores a realizar maniobras bruscas para evitar chocar con el animal. Pero la prueba no implica a ningún animal, por suerte.